Seguís navegando en la misma dirección mientras el sol desciende hacia el horizonte. Estáis bastante desanimados porque no habéis observado nada extraordinario.
-¡Mirad! -interrumpe Silvia-. Podríamos ir a explorar aquellas islas de allí, que parece formar parte de un gran barrera de coral. Podría ser un lugar idóneo para un naufragio.
Los tres miráis por los prismáticos hacia la barrera coralina.
-El agua está poco profunda. Si chocamos con una punta de coral seremos nosotros los que naufragaremos -dice Toni-. Echemos el ancla y dejémoslo por hoy.
-¡Toni! -grita Silvia-. ¡No podemos detenernos ahora! Todavía nos queda media hora de luz. Y, por lo que sabemos, Paula y su familia están perdidos en una de estas islas.
-Yo también creo que debemos explorar esa barrera de coral -respondes.
-Vale -dice Toni de mala gana-, pero tendremos que ir con muchísimo cuidado porque el barco podría destrozarse.
Toni conduce el Luisa a través de una estrecha ensenada entre dos islas muy pequeñas.
-Estas islas son casi tan pequeñas como bancos de arena -comenta Toni-. No sé qué esperáis encontrar por aquí. Si el barco de Paula estuviera encallado en los arrecifes tendríamos que verlo.
En el preciso momento en que empiezas a pensar que Toni tiene razón, Silvia grita:
-¡Mirad!
-Te vuelves y ves la palabra “Socorro” escrita en la arena.
-¡Tienen que estar allí! -exclamas muy excitado.
-Cualquiera puede haber escrito eso -opina Toni con un tono de voz irritantemente racional-. En realidad, lo más probable es que se trate de una broma. No veo ninguna huella en la arena.
Silvia se da la vuelta.
-No importa quién ha escrito ese mensaje; no podemos ignorarlo.
Toni guía el barco silenciosamente a través de una red de canales poco profundos. Para vuestra desilusión, no descubrís ninguna señal de vida. A lo mejor es verdad que el mensaje de socorro no era más que una broma.
-No podemos seguir adelante -insiste Toni-. El agua es muy poco profunda.
-¡Pero todavía quedan muchas islas por explorar! -grita Silvia, desesperada.
-¿Por qué no dejamos el barco fondeado aquí y continuamos a pie? -sugieres-. Podríamos nadar con facilidad entre las islas.
Toni niega con la cabeza.
-Debemos sacar el barco de aquí mientras todavía haya luz. Incluso ahora va a ser muy problemático.
Entiendes su preocupación, pero no te gusta nada la idea de irte sin explorar las islas que quedan.
Estás de acuerdo con abandonar la barrera de coral Prefieres completar la búsqueda